Agosto es el mes por excelencia para tomarse unos días de vacaciones para la mayoría de españoles. Muchos de ellos escogen Formentera como destino ideal en el que poder disfrutar de unos días de sol y playa con total tranquilidad y muy cerca de casa. Pero lo que pretenden ser unas vacaciones de ensueño, pueden truncarse si no se toman una serie de precauciones y recomendaciones, especialmente en el mes de agosto cuando la isla recibe la mayor parte de sus visitantes.
En este post os daremos una serie de consejos para evitar pasar un mal rato y que podáis disfrutar al máximo de vuestras vacaciones de agosto en Formentera.
- Protégete del sol. Pese a que en algunas playas y calas existen zonas de sombra en las que protegernos y el uso de sombrillas está permitido, el sol de agosto en Formentera pica, y mucho. No te olvides de tu protección solar alta, gafas de sol y gorra o sombrero. Los necesitarás.
- Alquilar una bici es divertido, saludables y ecológico, pero no recomendable para distancias largas en agosto. Si tus desplazamientos en bici van a ser cortos, no tengas problema en alquilar una bici. Pero si pretendes descubrir la isla sobre dos ruedas, mejor las de una moto. Las distancias se pueden hacer más grandes de lo pensado con el sol apretando.
- Alquila tu alojamiento con tiempo si no tienes mucho presupuesto para tu viaje. Ten en cuenta que Formentera es una isla pequeña, con una capacidad de alojamiento limitada. Cuanto más tardes en reservar tu estancia, más caro te supondrá hacer noche en la isla.
- Mejor alquilar un coche o una moto que traer la tuya en ferry. Desde este año se han establecido límites de circulación de vehículos a motor en la isla durante los meses de julio y agosto. Si traes tu propio vehículo, debes registrarlo con antelación y solicitar el permiso pertinente. Si alquilas, en cambio, tendrás tu coche o moto garantizado para descubrir la isla.
- Si quieres tranquilidad, busca esas playas y calas más alejadas del turismo convencional. Illetes, la playa de Levante o Cala des Mort serán unos sitios en los que la aglomeración de gente estará garantizada.
- Si estás pensando en ir a comer o cenar a ese restaurante que tanto llama tu atención, mejor que llames para reservar primero. Puede que, si no, te quedes sin probarlo.